Seguridad: ¿cómo garantizar el cobro del alquiler?
La fianza es, quizá, el primer método de cómo garantizar el cobro del alquiler que se viene a la mente cuando tratamos este asunto.
No obstante, es importante conocer otros mecanismos que pueden garantizarnos el cobro de nuestro alquiler a final de mes. A continuación, en este artículo te presentamos 6 maneras de cómo garantizar el cobro del alquiler.
¿Cómo garantizar el cobro del alquiler?
La morosidad es una de las cuestiones que más preocupan a los propietarios a la hora de rentar una vivienda. Sin embargo, también existen unas herramientas legales para hacer este trámite más seguro.
En este post, te vamos a detallar cómo garantizar el cobro del alquiler.
Mediante una fianza
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, la persona que arrienda una vivienda, es decir, el arrendador, está obligada a pedir por adelantado una mensualidad de la renta al inquilino.
Este dinero que se deja como fianza deberá servir para compensar los posibles desperfectos que se produzcan en el inmueble durante el tiempo en el que esté ocupado por el inquilino.
Hay que señalar que esta fianza no sirve para cubrir el último mes de renta, como se estila, ya que, si hubiera desperfectos, estos no se podrían cubrir debidamente.
Pedir un aval
La segunda recomendación sobre cómo garantizar el cobro del alquiler es el aval bancario. A través de este, el inquilino nos está asegurando con el banco que puede pagar el alquiler.
En concreto, el inquilino debe solicitar el aval bancario en su entidad y puede corresponderse a varios meses de alquiler. La cantidad de este aval suele ser entre 3 a 6 mensualidades de alquiler.
Un seguro de alquiler
Contratar un seguro contra impago del alquiler puede ser una de las opciones para evitar ponernos en situaciones desagradables y es otra de las recomendaciones de este artículo de cómo garantizar el cobro del alquiler.
Como una de sus grandes ventajas, estas compañías analizan perfectamente al futuro inquilino, por lo que este hecho reduce mucho que vaya a ser un inquilino problemático.
Además, este seguro se convierte en una garantía contra el impago del alquiler de una vivienda, ayuda a cubrir los posibles destrozos efectuados por el inquilino y ofrece ayuda jurídica en caso de llegar a los tribunales.
Depósito de garantía
Además de la fianza, puedes solicitar al inquilino una cantidad similar que podrás guardar en depósito como garantía. Esta es otra solución de cómo garantizar el cobro del alquiler.
Como hemos explicado, por ley, el arrendador está obligado a exigir un mes de fianza. En muchas ocasiones, cuando va a finalizar la relación contractual, el inquilino deja la última mensualidad pendiente de pago. No obstante, esto sería un error, puesto que, si hubiera un desperfecto en el piso, ya no hay una fianza para compensar.
Por esta razón, nuestro consejo es que, antes de entrar, el inquilino haga entrega de 2 o 3 mensualidades adicionales a la fianza. Así, se pueden utilizar para futuras deudas que pudieran surgir.
Garantía de cobro
Otra de las recomendaciones que te hacemos llegar en este post sobre cómo garantizar el cobro del alquiler es la garantía de cobro.
Esta opción se puede dar cuando ha sido una agencia especializada la que ha gestionado el alquiler del inmueble. De esta manera, el propietario se asegura obtener el alquiler cada mes cobrándoselo directamente a la agencia. Como contraprestación, parte de esta renta, va destinada a la agencia.
Estudio de solvencia
Por último, dentro de este post sobre cómo garantizar el cobro del alquiler, te vamos a hablar sobre el estudio de solvencia.
Esta herramienta puede ser muy interesante, ya que es una medida preventiva para elegir correctamente a tu inquilino. Aunque en un futuro puedan surgir imprevistos, con el estudio de solvencia te puedes asegurar de que tu futuro inquilino no forme parte de una lista de morosos o tiene deudas impagadas.
Esperamos que este post sobre cómo garantizar el cobro del alquiler te haya resultado útil. También te podemos ayudar si tienes dudas sobre con qué muebles, mínimo, debe contar un piso para ser alquilado.